Hoy te vi
envuelta en nube de fantasías
como visión dulce y emborrachadora,
formas suaves
y encantos del movimiento.
Vi esas manos
imagino mil formas gratas a los ojos.
Esclavos del placer y rebosante creatividad
mas prefiero verte,
ver esas manos tuyas,
tomarlas, y gritar a viva voz:
¡hoy conocí el mundo!
Enloquecedoras en sobremanera
son ¡ah! ambos por igual
fulgor negro, negrísimo.
Anhelo me mires
porque ¡divina mía! al pasar por tus ojos
todo, todo embellécese
y yo, quizás,
sea más grato a tu mirada.
Ciervos de gracia infinita pastan en paz;
animal alegría invade recónditos rincones del bosque
delicadas y armoniosas ramas meciéndose al soplo del otoño
ríos que corren; mar, mientras clama – así es mi cielo
aunque, prefiero verte
sentir esas manos tuyas
susurrarte, «oh, ¡amada mía!
Ayer creía en ninfas y náyades;
¡hoy… en diosas!”
Deja una respuesta