Categoría: Sin categoría

  • 03.11.98 [¡quién te viera!]

    ¡Quién te viera!
    quien te viera,
    pasar por entre los frondosos arbustos
    de mi jardín, pupilas cual iluminando el camino,
    plantas rejuvenecidas al toque de tu aliento.

    Quien te oyera,
    cantar entre las delicadas ramas
    entre árboles ocultos, arrollados
    cantar, cantar,
    no sea que muera alguien por oírte.
    Cantar,
    para agradar del Supremo sus oídos
    cantar, cantar
    así para describir cuanta maravilla
    hay aquí, hay allá, habrá o hubo
    cantar -vibraciones- cantar
    dar paso a la Muerte.
    Dejarle tomar cuantos seres estén a tu paso
    porque te han oído,
    ¡felices ellos!

    ¿Quién te oyera
    reír, reír…?
    ¿Dónde ahora quien lloraba?
    ¿dónde el infeliz, el sabio, los músicos?
    ¿quíen te oyera
    hablar, contar
    historias de hadas y princesas
    y quedaba tranquilo
    tras presenciar tan vívido testimonio
    de tragedias, historias de amor?

    Quien te sintiera
    sobre sí tus pies
    ah, feliz de ti,
    ¡morir a causa de ella!
    quien te sintiera
    a lo lejos desde las llanuras
    un suave aroma
    de rosas y uvas,
    racimos, de lirios?
    ¡Quién te viera!
    ¡que por tí no suspirara!
    ¡felices ellos!

  • 21.11.97 [imitación becqueriana]

    Una sonrisa…
    mayor engaño,
    no hayarás,
    de tu vida,
    el reso.

    Una mirada…
    excitarás, enloqueciendo
    lo último de tu saber;
    quema todas tus
    neuronas.
    Mayor falsedad
    nunca sabrás.

    Un te amo…
    ¡ay! ¿lo crees?
    lleno, y asombrado
    jadeante ante todo,
    susúrrale a sus oídos,
    -yo también-
    luego, si deseas ser,
    mantén tu esperanza,
    mira el abismo, a tus pies,
    ¡tírate!

  • 21.11.97 [imitación becqueriana]

    Una sonrisa…
    mayor engaño,
    no hayarás,
    de tu vida,
    el reso.

    Una mirada…
    excitarás, enloqueciendo
    lo último de tu saber;
    quema todas tus
    neuronas.
    Mayor falsedad
    nunca sabrás.

    Un te amo…
    ¡ay! ¿lo crees?
    lleno, y asombrado
    jadeante ante todo,
    susúrrale a sus oídos,
    -yo también-
    luego, si deseas ser,
    mantén tu esperanza,
    mira el abismo, a tus pies,
    ¡tírate!

Este sitio está registrado en wpml.org como sitio de desarrollo. Cambia a una clave de sitio de producción en remove this banner.