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  • 04/07

    Abrásame, estrella del oeste, abrásame con noche y fuego.
    Leña húmeda eres, cálido vapor y humo desprenden tus labios.
    Los cipreses bendicen tu invención, maquinación tuya soy.
    Abrásame con brazos de vino e incienso
    con aroma embriagador y vuelo de palomas.
    Cuánto necesito ver tu sombra sobre mí, recuerdos mil durante
    taimados gritos, anhelos inextinguibles, cuánto quiero dar paisajes
    enblanquecidas, plenos de desconocido arrollo y brasa verde claro.
    Qué corto es una vida, deseo matar
    mi llanto en tus palabras de hierro y miel
    y olvidar tus ojos, que eres bellísima,
    en el balde fermentado que me ofrezcas – tu abrazo de noche y fuego.

    04/07
    21:55

  • 01/07

    Melancólicas saetas se deslizan a ojos cerrados. Sonríe.
    Fríos, mecánicos movimientos, rostros endurecidos por penurias, desengaños, sueños perdidos.
    Lúgubres pasos rebotando entre gruesas paredes, voces oficiosas. Sonríe.
    Miradas rojas por excesos por la mañana, aliento a vid reconcentrado,
    oscuridad… y desesperante repetición.
    Repentina blancura; haz hechizadora de líquenes y calamares,
    sonríeme, totales lanzas mortales y brillantes que caen del cielo negro.
    Sonríeme, rebobina y deja fluir
    del balar paradisíaco de rebaño inmaculado, suave delirar
    y resbalar entre acuosos juncos – caracoles y anguilas.
    Mar. Fiero y oleadizo mar, átomos de aire explotando entre
    salvajes brazos salados, sonríe, y brama la mar.
    Inesperado diluvio abrasador, sobre el antes apacible arrollo,
    escondido tras la magia del bosque. Diluvio; mezcla confusa
    de sal y dulce tranquilo, sonríeme, incontrolables
    caballos lanzados contra un llano llamado alegría.
    Tu mirada. Sonrisa.

    01/07
    11:35

  • 01/07 [Amanece]

    Negro
    puntos brillantes
    brisa helada
    bóveda, deseo celeste y metamorfosis.

    Meta de invierno
    cambiante tono; opacidad anulada
    café marrón
    inocentes melenas flamean.

    Imperiosa necesidad de una visión
    gris
    matices exaltadas; manchas coloras pasando de improviso
    de vino tinto rebosa mi copa.

    Paisaje exuberante desnudándose en la luz
    suspiros y bostezos de perezosa humanidad
    horas de renacimiento físico, cantan las aves
    penetran la ventana – mía también
    amanece.

    01/07
    13:15

  • 01.07.99 [Rachmaninoff]

    Agitador concierto, ya lo esperaba. Rachmaninoff.
    Calla tú, y oye por aguas salpicadas en sangre y temblores que derrumban.
    Calla, y oye en medio de panteras escapando de la calamidad inminente y desvelos diurnos.
    Se hablará para esa lágrima que derramares, trizado el espíritu.
    Llano cielo y océano con furor porque no hay miradas hoy.
    Llueve entre crepúsculos dos, cae ríos de movimientos mal entendidos
    y llamas azules, rocío en flores y derramamiento de sudor y brasas.
    Escucha. Roca fuerte, metálica, de tamaños ciclópeos; cayendo
    y rodando, dando tumbos por esta escalera sin comienzo ni fin.
    Nubes – desconocidos culpables de lágrimas divinas – escuchad,
    celebrad el rito del fuego, el aspa desprendido de tu molino,
    desprendido a fuerza de canto y sollozos. Celebrad el sacrificio del
    desierto único, la sierra abandonada, donde los vientos cortan sus venas
    y las tormentas excavan un tumba. Los ríos subterráneos
    corren. Serpentean entre abrasador falta de humedad, bálsamo
    para ardillas, lagartos, tristes cactus esparcidos en las
    dunas sin horizontes. Un río corre bajo el aspavientos.
    Días y noches de tortura y cenizas fugaces.
    Rachmaninoff. Escucha.

  • Siglos pasan lejos de ti siglos de continua…

    Siglos pasan lejos de ti, siglos de continua memoria y desgarrador gemir.
    Lejos de ti, oh diosa, son sólo luces sombrías,
    zorzales profetizando un pasado gris y este momento tan negro.
    Sucede – intrínsecas ráfagas de soplos fríos, invernales, sacuden
    mis brazos y piernas, arrecia sin fin el anochecer en tinieblas
    camino entre tumbas; fuego extinguido, ojos opacos – necesito verte!

    30/06
    20:15

  • 28/06

    Quietas montañas translúcidas se acercan a la imagen;
    a la portadora de deseo, locura, y eterno sacrificio.
    Alta presión; fiebre del amanecer y ranchos vacíos
    bajo leguas de distancia subterránea; cortezas hendidas
    de rojo y café, merluzas y un ruiseñor, que adornan,
    repiquetean hacia la imagen.
    El oasis.
    Pájaros y nubes, llueven sobre los pies espejosos del
    alma intrínseca, vuelo anacrónico zumbando a mis oídos
    vento placer y momentánea agonía de extremo sangría.
    Fosas oscuras y abiertas
    invitando al monstruo, inimaginable pánico
    así como desdén por admiración, y
    copas de lágrimas y alegrías, y renovadas
    esperanzas se elevan a su presencia.
    Suave murmurar de arroyos
    y gotear interminable de rojo y vino
    burbujear de su intensa luz, calor endotérmico
    sumergido sobre claras arenas, y rocío espeso.
    Luz, manifiesto descanso compaginando por entre rayos y tormentas.
    Luz, brilladora sombra del horizonte al acecho que llamas esperanza
    y osos salvajes se humanizan a tus rechinantes estridencias.
    Luz, y nada más que luz…
    Abundantes luciérnagas revolotean en torno a la figura
    que amaina, como de la pasion una mirada, la llegada del
    día, renacer de seres y sonidos, pensamientos y emoción.
    Luz… amanece..

    28/06
    19:50